Por favor no pierda de vista el caballo del hijo, mire la expresión de su cara y la posición de su pata delantera.
Fue de esas experiencias que marcan, que quedan en la memoria para siempre. Con apenas 11 años y un virtuosismo evidente para el taco y la bocha, el único hijo varón de Adolfo Cambiaso ( el mejor jugador del mundo) y María Vázquez debutó en las “grandes ligas” del polo internacional: su papá lo invitó a jugar para Valiente en uno de los partidos de la World Cup, un tradicional torneo donde compiten equipos de hasta 26 goles y donde el team ganador se lleva 100 mil dólares.
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