sábado, septiembre 24, 2005

PRINCIPIOS RECTORES DE LA ORDEN

Los caballeros de la Suprema Orden del Codeguín se comprometen a defender la justicia y el derecho, proteger al pueblo ilustrado y reprimir la malicia de los perversos, aportar su esfuerzo para constituir una CIVILIZACION cuya sociedad valore la VALENTÍA, la LEALTAD, la GENEROSIDAD y la CORTESÍA CABALLERESCA (Sobre todo frente a las damas).Restablecer, la Caridad, la Lealtad, la Justicia y la Verdad , allí donde esté perdida y en todo momento procurar alcanzar la virtud personal, y desenvolverse con estilo noble, elevado, digno, grave, grandioso y solemne.Ser refractario a la : soberbia, avaricia, lujuria, envidia, gula, ira, pereza y al egoísmo, mezquindad, codicia y concupiscencia.El Caballero debe ser Varón de autoridad, grave y severo amigo de guardar todo derecho y combatir al hipócrita, adulador, charlatán, cínico, tacaño, desconfiado y orgulloso.Debe tener nobleza de sangre y ser un hombre polifacético, un gran GUERRERO y buen CAZADOR, un MÚSICO sensible, un BAILARIN excelente, ORADOR elocuente y astuto, HABLAR VARIOS IDIOMAS, y tener MODALES refinados, porqueNada hay virtuoso si no adopta actitud heroica,Nada es obra de los dioses si no resulta milagrosa,Solo lo inimitable es tolerable,Lo que no es un éxito es un fracaso,Lo que no es excepcional es apenas vulgar,Solo es grande lo que es inmenso,Y por último también es necesario una cena con amigos con una cuota de humor.

1 comentario:

León Boyajian dijo...

Los pensadores del Renacimiento creían que todo el Universo era un modelo de la idea divina y que el hombre era “un creador que venía después del creador divino”. Esta concepción era el concepto de belleza, una forma de armonía que reflejaba las intenciones de la divinidad.

Lo que era placentero para los ojos, el oído y la mente era bueno, moralmente valioso en sí mismo. Más aún: revelaba parte del plan divino para la Humanidad, pues evidenciaba la relación de las partes con el todo.

Este ideal renacentista de belleza respaldaba la noción de que esta tenía dos funciones, noción aplicable a todas las disciplinas. En un nivel, la arquitectura, las artes visuales, la música y los aspectos formales de las artes literarias y dramáticas informaban a la mente; en segundo nivel, la complacían mediante el decoro, el estilo y la simetría. De esta forma se estableció una asociación entre belleza e ilustración. También esto era lo que entonces significaba la sabiduría.

El fin perseguido era el deseo de universalidad personal, la consecución de conocimientos universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento como partes de ese todo.

El reconocimiento de la belleza se funda en los dones divinos del intelecto humano. Durante el Renacimiento se escribieron unos cuarenta y tres tratados sobre la belleza. La idea de hombre universal es una idea común a casi todos ellos.

Emilio Silvera